Carlos Hernández-Lahoz (Logroño,
1944) nacido en La Rioja llegó a Asturias cuando el HUCA daba sus primeros
pasos.
IDOYA REY. OVIEDO
!2 de Abril 2015
Empezó como residente y llegó a ser jefe del área de Neurología. Porque
tras cuatro intensos años de formación se casó con una asturiana y se instaló
en Oviedo, donde tuvo tres hijos. Desde aquí vivió los avances de la medicina y
también de la ciudad.
¿Por qué eligió Oviedo
para iniciar su carrera profesional?
Vine porque el Hospital General de
Asturias (el embrión del HUCA) era el mejor, con un sistema de formación muy
atractivo. Era un modelo completamente nuevo, prestigioso. Médicos que se
habían formado en el extranjero en nuevas especialidades médicas (como la
Neurología y otras), quirúrgicas (como la cirugía cardíaca, que entonces era un
paradigma de modernidad) y el mejor aparataje.
Era de los pocos
hospitales universitarios
Se formaba a médicos residentes
como se hacía en Estado Unidos. Se vivía en el hospital, primero como interno y
luego como residente. El jefe ayudaba a los residentes, algo insólito en
aquellos tiempos, en diagnósticos o cirugía. Era un hito, no había ningún otro
hospital que lo hiciera, hasta los MIR.
¿Vivían en el hospital?
Había una zona de residencia donde
vivíamos. Las enfermeras, paralelamente, también tenían una formación muy
nueva. Médicos y enfermeras teníamos una formación durante varios años muy
intensa. Los médicos nos guiábamos más por nuestra vocación que por nuestra
ganancia. Literalmente ganábamos para subsistir, pero teníamos la intuición de
que el país estaba cambiando, que nosotros formábamos parte de ese cambio y nos
ilusionaba vivir aquella experiencia.
¿Tenían tiempo para
descubrir la ciudad?
Poco tiempo. Algún día por la
tarde o la noche, algún fin de semana. Pasé cuatro años de residente muy
intensos. Muchas veces intentas revivir aquella época. El nuevo hospital tenía
oportunidad de renovar ese modelo, de hacerlo extensivo a las nuevas
instalaciones.
Habla en pasado. ¿Se ha
perdido esa oportunidad?
Es evidente que las instalaciones
actuales y los medios son fabulosamente superiores, pero el espíritu y el clima
del hospital son diferentes. No se ha logrado reproducir aquel momento en el
que Asturias fue la referencia en medicina hospitalaria para toda España.
Trabajábamos todos en la misma dirección. Me da la impresión, porque estoy
jubilado y no lo vivo día a día, que ahora navegan en direcciones contrarias y
el barco no avanza lo rápido que lo hizo en otras épocas. La población no es tonta,
no se entrega tampoco con la misma energía, ni acude entusiasmada.
Pero los medios han
mejorado muchísimo...
Los medios ahora son infinitamente
mejores y mayores. El personal médico tiene una formación estupenda. Pero falta
lo fundamental, esa sincronía de entusiasmos que hace que las personas, como
las máquinas bien revisadas, funcionen óptimamente. Ahora se nota descontento
dentro del hospital.
¿A usted qué le parece el
nuevo HUCA?
Lo veo muy luminoso, al no
trabajar en él, lo que sé es por lo que me dicen y me dicen que tienen muchas
dificultades. Los diferentes puntos de vista, obviamente, se notan. No hay el
mismo entusiasmo que había cuando se constituyó el HUCA. No se da la sincronía
necesaria entre los tres niveles de responsabilidad: profesionales, dirección y
políticos. Me da la impresión de que quienes deberían hacer política hacen
gestión, de que quienes deberían hacer gestión están más interesados en hacer
política y que la clasificación de los profesionales no se hace en función de
sus méritos sino de afinidades.
Leer
más y Fuente: