Opinión
Dentro
del universo de la duda que puede invadir a un paciente, a su pareja y a su
núcleo familiar después de un Accidente Cerebro Vascular (ACV) está el tema
sexual. ¿Podría un paciente retornar a su actividad sexual o representa un
riesgo para la salud? ¿Incide en otro evento neurológico? A estas y otras
interrogantes, las respuestas acá.
No
existe una contraindicación determinada que implique que un sobreviviente de un
Ictus no pueda llevar una vida sexual activa y satisfactoria, sobremanera
después de los comprobados beneficios que tiene para el sistema inmunológico y
el Sistema Nervioso Central la sexualidad libre y plena.
Sin
embargo –y evidentemente- las limitaciones de movimientos sincronizados en el
paciente hemipléjico constituyen otro punto focal de atención, que tiende a
llevar a pensar que la actividad sexual no podrá ejecutarse.
El
fisioterapeuta italiano Valerio Sarmati precisa que se trata más de un tema de
autovaloración del paciente y de la ayuda que requiere de su pareja, en
términos de comprensión y de apoyo, para asumir los cambios físicos y
emocionales post Ictus.
Indicó que las consecuencias conductuales post Ictus
dependerán de si la lesión se produjo en
el hemisferio derecho o izquierdo del cerebro.
“Si el
Ictus se ha producido en el hemisferio cerebral izquierdo, sin duda las
afectaciones repercutirán en las emociones del paciente, con una marcada
inestabilidad, impaciencia, impulsividad y hasta infantilismo pero en torno al
tema sexual, las dificultades que se presentan en un alto porcentaje son del
tipo motoras”, informó el especialista.
Agregó “el
sobreviviente experimenta problemas de autoestima porque su autonomía e
independencia ya no puede controlarlos (en una primera pase). Esto le lleva –en
la mayoría de los casos- a experimentar cuadros de depresión en los que
constantemente se autovalora incluso, en el derecho de dar y recibir placer a
través de su sexualidad”.
En este
punto se refirió a una evidente disminución del apetito sexual en un franco
desinterés y un cambio conductual, que contraviene las acciones del paciente
previo al Ictus.
El
especialista en rehabilitación neurocognitiva habló sobre las necesidades
individuales de cada paciente y de los progresos –que de a poco- se irán
palpando conforme la rehabilitación se delante de forma exitosa.
Sarmati
recalcó que en casos más severos, se debe considerar que los cambios cognitivos
tras un ACV también determinan desapego de los pacientes hacia sus parejas (y
al entorno en general) e incluso vínculos inestables, por lo que reiteró la
necesidad de trabajar en rehabilitaciones en donde el apoyo familiar sea
fundamental y que vaya de la mano de las recomendaciones fisioterapéuticas.
*Valerio Sarmati
(8 de septiembre de 1980) es un fisioterapeuta italiano que permitió el
desarrollo de la telerehabilitación en el ámbito neurológico y más
específicamente de la rehabilitación post accidente cerebrovascular. Basó la
creación de su modelo de telerehabilitación en la participación de la familia
en los cuidados del paciente hemipléjico.
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