Buscar este blog

miércoles, 10 de abril de 2019

HABLAMOS CON……

Antoni (Toni) Barbará Molina, trabajador de la Salud, fundador de la MAREA BLANCA DE CATALUNYA y Miembro activo de la MAREA BLANCA ESTATAL.

A modo de antecedentes

Antoni Barbará Molina es uno de esos trabajadores de la Salud, como a él gusta autodefinirse, jubilado y con más de 70 años acumulando juventud a sus espaldas, comprometido con la defensa de la Salud pública en su Catalunya natal y en el resto del Estado.
Barbará es un tipo como aquellos trenes del Siglo pasado “DE LARGO RECORRIDO”, con escaso pelo blanco ya, pero con una fuerza y una garra interior que no le viene de ahora, ya que se le ve curtido en mil batallas y que, con el paso de los años, reclama un tiempo de sosiego y relajación para disfrutar de la vida y de sus seres queridos.  Justo para cargar baterías.






1.   Redacción:
Doctor Barbará: 
“Según consta en sus archivos biológicos y que además usted mismo ha confesado, soltó su primer berrido, en casa de sus padres y abuelos en pleno barrio de Ribera de Barcelona. A escasos metros de la basílica de Sta. María del Mar (la catedral “del Mar”, y de los pobres). De padre camarero y madre dedicada a cuidar y ayudar en todos los frentes a la vez que ayudaba en lo que podía a su esposo. Su abuelo fue ferroviario y su abuela, una maña excepcional que se dejó la piel por ayudar en todo lo que fuera necesario a usted y a sus dos hermanas menores.”  ¿Es cierto o no esta información?  

Respuesta:  Es exacto. Yo no lo habría resumido mejor. Así y ahí empieza otra historia de aquella generación de gentes humildes y de clase  obrera, producto de la mezcla catalano - foránea, (en mi caso aragonesa por parte de madre) que vino a llamarse despectivamente el “charnego” (a mucha honra). 

2.   Redacción: Tras el fallecimiento temprano de su padre, su supervivencia fue muy complicada ya que todos los testigos afirmaron que tuvo que ejercer de precoz “cabeza de familia” con apenas 21 años…y con una “mili” en Ceuta sobreañadida y con tarjeta de penalización incluida. ¿Corrobora esta declaración?

Respuesta.- Recuerdo esa etapa desde el horror y la rabia. El objetivo era sobrevivir. A una situación familiar tremenda se unió un servicio militar punitivo y en la distancia absoluta que imposibilitaba ayudar en casa. Paradoja cruel, porque si pude acabar mi carrera de medicina truncada por estos hechos fue precisamente “gracias” a ese alejamiento obligado: allí sobraban horas vacías que empleaba en estudiar y luego me procuraba permisos por donación de sangre para acudir a Barcelona en fechas de exámenes.     

3.   Redacción: ¿Es cierto que, en esa etapa de su vida, la de la España en Blanco y Negro, pudo estudiar medicina a base de trabajar en el bar familiar, en una tienda de legumbres cocidas, o de profesor, dependiente de grandes almacenes y otras funciones y cuando llegaba a casa en vez de descansar se ponía a leer los manuales de medicina?

Respuesta: Accedí a la Facultad a base de esa tozudez mestiza. Recuerdo “sentir” la pertenencia a un escaso 3% de estudiantes de procedencia trabajadora. Esa conciencia de clase, incrustada y asumida, me llevó a la militancia en aquel PSUC de lucha y de futuro. Era la España en “Franco” y Negro que planteas. Viví ya en plenitud, trabajando, estudiando, militando en el Sindicato Democrático de Estudiantes (SDEUB), enamorándome de mi compañera y de la vocación médica para toda la vida. Con la rabia y compromiso que mencionaba.  

4.   Redacción: Tras 40 años de silencios obligados, y otros 40 años en donde, a base de mucho pelear, perder muchas horas de sueño, tiempo de ocio y hacer atletismo corriendo delante de los guardianes del ORDEN PÍBLICO se pudieron sentar las bases de la Sanidad pública actual. ¿Qué valoración hace de aquella etapa desde su perspectiva de facultativo, respecto a los cambios, su importancia, lo que se consiguió, lo que quedó aparcado, las incompatibilidades, la entrada en la Unión Europea etc.?

Respuesta: En el tardofranquismo empezamos ya a elaborar un proyecto para la construcción del Sistema Nacional de Salud en la estela del National Healt System inglés. Dentro del propio “Partido” y aledaños existió una sectorial de salud (omito nombres para no olvidar a nadie) hiperactiva y capaz de enrolar una generación entusiasta y valiente. En lo personal tuve que priorizar la supervivencia familiar, como siempre, y eso me obligó/permitió trabajar en multitud de papeles y servicios: hospitalaria, primaria, urgencias, sustituciones… miles  de casos, o sea de pacientes. Una escuela incuestionable que ha ido conformando eso que llaman experiencia y que finalmente no es sino una mezcla a dosis correctas de atención, estudio, interés, sentido común, empatía y sobretodo entrega a la causa nobilísima de ayudar a personas que necesitan soporte, tanto técnico médico como psicológico, afectivo y social (como la salud misma) 

5.   Redacción: Si el Siglo pasado estuvo marcado por el incremento de las inversiones en la Sanidad pública, la espectacularidad de la cirugía y el desarrollo de la industria farmacológica por la proliferación de los laboratorios y su feroz guerra de patentes, lo que observamos en los comienzos del siglo XXI, es el intento del sistema económico por desmantelar lo público en beneficio de lo privado. ¿Es así de simple?


Respuesta: Dices bien y sigo tu hilo. Tengo la sensación de haber vivido una etapa histórica realmente intensa y a ratos revolucionaria. Todo ha cambiado y se ha multiplicado,  a menudo para bien… y en ocasiones para mal. Siempre el tema de las “dosis” en cada acción. Los avances tecnológicos y farmacológicos han sido sencillamente extraordinarios. Pero no es solo eso. También las atenciones en salud pública, en prevención, salubridad y promoción comunitaria. La esperanza de vida se ha disparado, la calidad y autonomía otro tanto. Si bien recordando que lo que define resultados medibles es más el código postal que el código genético, y ambos dos de manera irrefutable. Las desigualdades de género, de clase social y estatus económico, de origen, etnia siguen marcando enormes diferencias. Antibióticos y vacunas han cambiado la realidad del planeta, pero la higiene, la alimentación y el acceso al agua potable  son previas. Y frente a estos éxitos rutilantes persisten las grandes vergüenzas humanas:  las guerras, el colonialismo, la pobreza extrema, la dominación,… el capitalismo como Dios de nueva religión

     6.Redacción: A comienzos de la segunda década de este Siglo y fruto de los brutales recortes sociales surge el movimiento “INDIGNADOS” que agrupa el gran descontento social que culmina en el emblemático 15 M, ¿es de este proceso del que surgen las Mareas Blancas?

Respuesta:  Como voy acumulando años de forma insolente debo situar mis primeras “indignaciones” en diversas erupciones sociales. La historia anteriormente descrita permite ya intuir que tuve ocasión de participar, y activamente por pasión y devoción, en las insurgencias que se fueron sucediendo, incluidas las que tuvieron éxito. 
Porque se ignora por sistema la explicación rigurosa de que cada avance democrático y civilizatorio se ha producido tras movimientos socio-políticos de respuesta, de reivindicación y lucha, de esas “revoluciones” que nunca fueros definitivas pero cincelaron el futuro. Desde la revolución de octubre del 17, hasta las guerras mundiales y sus enormes desastres, las décadas de progreso en una paz relativa o guerra fría con guerras locales perenes, pasando por el mayo del 68 francés, o en España el postfranquismo y la democracia, … y por descontado el movimiento del 15 M de Indignad@s. 
Existían organizaciones precedentes en lucha por los derechos sociales y entre ellos por la salud y la sanidad públicas, pero es después de esa bocanada de revuelta que emergen plataformas sociales amplias, plurales y combativas que con un carácter apartidista si bien profundamente ideológico conforman auténticas mareas civiles, como la Marea Blanca y otras.  

7.   Redacción: Usted identifica de una manera clara y tajante que “los grandes determinantes de nuestra salud son los usos sociales”, ¿Por qué?

Respuesta: Una sociedad será saludable, o no en función de sus determinantes sociales: el trabajo (con su carácter y/o ausencia o precariedad), la vivienda, la alimentación, la educación, el medio ambiente, las pensiones y los sistemas del estado de “bienestar”. Bienestar que tantas veces se quedaba en “medio-estar”, pero que hoy añoramos al constatar el tremendo retroceso que infringe el “mercado” con políticas/os neoliberales de recorte, con mercantilización flagrante de la sanidad, con técnicas y legislaciones que permiten saquear lo público para “externalizar”, parasitar los ya siempre escasos recursos públicos a beneficios privados, al sector salud-negocio.  Sabemos desde Beberidge (1963) y Lalonde (1974) que el sistema de atenciones sanitarias se quedará con casi el 90% de los recursos y la salud pública apenas el 11€, pero que paradójicamente son esos “determinantes sociales” los que explican en gran medida los resultados en medidos en salud. Hace ya 40 años que en Alma Ata se estableció la salud como derecho humano fundamental. 

     8. Redacción:  Esta pregunta va con mala intención y doble sentido.¿Deduzco que usted no veía aquella serie de televisión de los 70 “Vacaciones en el Mar”?¿Cree usted que muchos colegas suyos les encantaba verla y luego se dejaron querer por los laboratorios? 

Respuesta:  Las series con médico- estrella siempre han tenido mucha acogida. Desde el Dr. Gannon, al Dr. House pasando por la versión autóctona Médico de familia con muy diversa calidad y rigor. Se podía evaluar su efecto en matriculaciones universitarias. Pero modas aparte el tema es sugestivo y da para mucho, y en general oscila entre el sacralizado Dr. hasta la actividad básicamente hospitalaria con interacciones de los personajes con batas.  Otra cosa es la realidad de la profesión y sus intereses. Hay de todo como en botica,  pero no faltan las “tentaciones” comerciales en un sector muy corporativo y que mueve mucho - demasiado dinero (incluido gran parte del público privatizado!)  

Vamos terminando
9. Redacción  Una de las soluciones para revertir el desguace de la Sanidad pública pasaría entre otras cosas ¿por la actualización de la Ley de 14/1986 sobre incompatibilidades médicas? Establecer en las facultades una doble orientación ha elegir por el alumno. Si optas por la privada o si optas por la pública.  

Retomando las referencias bíblicas, en boca de ateo, “no se puede servir a dos señores”. O estás en la “lógica” privada o estás en el servicio público. Aunque lo más perverso y lucrativo hoy en día es justo lo que denominan “mixto”, colaboración público- privada, que cuela estupendamente y permite hacer opaco el trasvase del cajón de lo público a los beneficios empresariales.
Dices bien que las Leyes han ido abriendo paso a  ese proceder parasitario. Las Leyes emblemáticas de 15/97 (de la privatización) o la del 16/12 (de la exclusión y el Repago). Posiblemente aquella Ley Gral de Sanidad del 86, conocida también como Ley Ernest Lluch era en su tiempo y lugar una legislación tremendamente progresista cara a la primacia de lo público. Luego vendrían el Informe Abril Martorell y toda la camada de sucesivas reglamentaciones mercantilizadoras. Sin olvidar otras “determinantes” como la reforma 2011 constitucional del Articulo 135 o las sucesivas leyes de concertación y compra de servicios “para el público”. 
Hoy en día, un simple desarrollo de los artículos 90 a 94 de la Ley Lluch (vigente) permitiría una vigilancia y tutela que blindaría en gran manera el carácter público. Y por elemental que parezca, el elemental cumplimiento de otras legislaciones (sobre incompatibilidades, conflicto de intereses, cumplimiento de clausulas, inspecciones, auditorias,  etc) supondría ya un cambio de escenario profundamente disuasorio del mercadeo impune actual.    

10.Redacción Los gobernantes, sean del color que sean, siempre dicen que los ciudadanos tienen derecho a participar y a opinar sobre la gestión de la Sanidad pública, pero a la hora de la verdad, se apoyan en esas Asociaciones de pacientes que se colocan a la cola de las Subvenciones a cambio de gratificantes silencios. Que opina usted del denominado ¿MERCADO DE PACIENTES?
El gran tema de la “participación social” es una asignatura pendiente que clama acción. La etapa de esa presencia decorativa - “florero”- de alguna ciudadanía en forma testimonial, ornamental, pasiva y aplaudidora se ha demostrado absolutamente inútil y bloqueadora de la legítima aspiración de los movimientos sociales en sanidad. Ciudadanía insurgente, independiente y crítica, democráticamente organizada y empoderada que además de representar a los verdaderos financieros del sistema (el pueblo trabajador que paga sus impuestos) debe ser oída y escuchada porque es perfectamente capaz de evaluar y decidir qué tipo de atención elige y así co-decidir junto a profesionales y administraciones que modelo merece su apoyo. 
Las “asociaciones” subvencionadas y mantenidas por otros intereses que condicionan su autonomía son al fin meras comparsas de un engranaje donde otra vez más el economicísmo y el lucro acaban primando, 
Ha sido un verdadero placer contar con su participación Señor Barbará, trabajador de salud en Catalunya y defensor de la Sanidad pública allá donde haya que ir. 
José Luis Raventós Redacción Asociación SOS ICTUS 


No hay comentarios: