Como titulares de la Sanidad pública que financiamos el Sistema público de Salud tenemos el Derecho democrático e indiscutible a decidir qué queremos poner, a que queremos aspirar, que queremos tener, por qué queremos luchar. Nuestra salud no debe cotizar en Bolsa.Ya están tardando en dimitir los de la Agencia Europea del Medicamento y todos los asesores que han negociado con las farmacéuticas que han sido condenadas en varias ocasiones en EE.UU.
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