La homeopatía es un método terapéutico
caracterizado por la utilización de medicamentos homeopáticos, así definidos
por su método de preparación y prescripción, así como por una manera particular
de acercarse al paciente y a su enfermedad. La homeopatía nos enseña a mirar
más allá del mero diagnóstico de la patología para saber entender, además, la
trascendental importancia de tener en cuenta la forma particular en que
cada paciente manifiesta su dolencia de cara a establecer un tratamiento
individualizado en cada caso.
Los medicamentos homeopáticos
están regulados tanto en Europa como en España, y por lo tanto, son
de venta exclusiva en farmacias, cumpliendo con las mismas exigencias de
control de fabricación que el resto de medicamentos.
Según el Estudio sobre Uso y
Conocimiento sobre Homeopatía1, más de 15.000.000 de españoles han
utilizado los medicamentos homeopáticos.
En España más de 10.000 médicos
prescriben de manera habitual u ocasional medicamentos homeopáticos, de los
cuales más de 4.000 son pediatras.
Y en el mundo, la homeopatía se utiliza en la actualidad en
más de 80 países, con más de 300 millones de pacientes y alrededor de 248.400
médicos que la prescriben en sus consultas.
Los medicamentos homeopáticos se
pueden utilizar para un amplio abanico de afecciones diferentes, ya sean como
tratamiento exclusivo o complementario, en función de las peculiaridades de
cada paciente.
En cuanto al perfil de seguridad de
los medicamentos homeopáticos, en general no se han descrito efectos adversos
graves ni iatrogenia asociados a su toma, por lo que se pueden administrar a
todo tipo de pacientes, en particular a embarazadas y niños.
Otro aspecto importante a destacar de
la Homeopatía es la posibilidad de combinarla con otros medicamentos o
tratamientos siempre que se considere necesario, creando así auténticas
sinergias terapéuticas.
Si bien los medicamentos homeopáticos
pueden ser de ayuda en el tratamiento del estado agudo de esta patología,
acompañando al tratamiento fundamental que se realiza en las unidades
especializadas hospitalarias, es en el tratamiento de sus secuelas en donde la
Homeopatía nos ofrece su mayor potencial terapéutico.
Cuando sumamos a las estrategias
convencionales el uso del medicamento homeopático conseguimos optimizar los
recursos de recuperación del propio organismo y podemos así mejorar aún más la
calidad de vida del paciente y su pronóstico.
Y otro aspecto muy importante es la
cobertura emocional que la Homeopatía puede dar a estos pacientes y a sus
cuidadores. Porque esta enfermedad no solo afecta al cuerpo, también lo hace al
Animo.Y no solo afecta a quien la sufre en primera persona, sino también
a todo su entorno familiar. Los medicamentos homeopáticos resultarían aquí,
bajo mi criterio, de primera elección para tratar todos esos estados de
desánimo, tristeza, apatía, ansiedad, cansancio o insomnio ocasional que se
producen tanto entre los enfermos como entre su círculo más cercano de
familiares y cuidadores. Resultan en estos casos medicamentos que nos permiten
atender con éxito muchas de estas situaciones sin tener que llegar a someter a
los pacientes a otros tratamientos psicofarmacológicos con mayor potencial de
efectos no deseados.
El ICTUS puede llegar a ser una
enfermedad muy grave, que mata y que puede dejar profundas secuelas en quien la
sufre, y por eso hemos de tener siempre en cuenta todas las estrategias y
terapéuticas que sepamos que puedan ayudarnos en el camino de la prevención y
de la recuperación.
Si el concepto de medicina
integrativa está, y debe estar, cada vez más presente en cada aspecto de la
medicina es, quizás, en enfermedades como el ICTUS en donde debemos ser más
ambiciosos en la consecución de este objetivo: ser capaces de sumar con
criterios de máxima eficacia médica, todas las estrategias y tratamientos que
sepamos eficaces en el tratamiento de una enfermedad. Y aquí la Homeopatía
encuentra un lugar, un lugar importante.
No hay comentarios:
Publicar un comentario