Un artículo de
Antonio Ugalde y Nuria Homedes, dos académicos que realizan su labor en
universidades norteamericanas e impulsores de la organización Salud y Fármacos, titulado
“El impacto de
los investigadores fieles a la industria farmacéutica en la ética y la calidad
de los ensayos clínicos realizados en Latinoamérica“, nos
ha impactado.
Sabemos desde
hace años que las multinacionales farmacéuticas han derivado la realización de
los ensayos clínicos a países con legislaciones menos desarrolladas.
Sistemas menos garantistas facilitan la realización de los ensayos al
simplificar trámites y controles.
Sin embargo, el
texto de Ugalde y Homedes nos introduce en una corrupción mucho mayor de lo que
imaginábamos, con ministros de salud puestos por la industria solo para aprobar
leyes permisivas, médicos que engañan a los pobres e incultos para que
participen en los ensayos y muertos escondidos bajo las alfombras.
El texto es una
descripción de un horror y una violencia que hasta ahora pensábamos estaba
lejos de la institución de la medicina: una industria farmacéutica corruptora y
médicos colaboradores “comprados” que parasitan la ya débil sanidad
pública de algunos de los países analizados. Es una reproducción casi exacta de
las tácticas industriales de las maquiladoras en
la frontera mejicana: explotación del hombre por el hombre y, en este caso,
además, el daño se multiplica ya que esta producción industrial de ensayos
clínicos tiene un elevado riesgo de sesgos estructurales y fraude que
contribuyan a sobre-estimar efectividad y seguridad.
Leer más y
Fuente:
OBSERVACIÓN: La información ofrecida ha sido obtenida mediante un sistema de búsqueda en Internet. Su titularidad corresponde a la Web de origen salvo lo dispuesto en la misma. Cualquier, comentario, duda, aclaración o errata que observe le rogamos nos lo comunique a través de sosictus@gmail.com. Gracias
No hay comentarios:
Publicar un comentario