Hace
solo dos días publicábamos “El escándalo Pradaxa” en relación con los datos que
ponían en duda que no hiciera falta monitorizar los niveles del nuevo
anticoagulante (NACO) dabigatran (nombre comercial Pradaxa) y los esfuerzos de
la compañía por introducir el fármaco para una indicación sin evidencias
científicas suficientes como es el periodo peri-cardioversión.
Esta semana,
Deborah Cohen, la misma autora que publicó en el BMJ en 2014 el trabajo de
investigación que alertaba de los problemas con el Pradaxa, publica, también en
el BMJ, otro grave problema detectado en relación con el rigor
científico del ensayo clínico pivotal de otro NACO superventas, el
rivaroxaban (Xarelto en su nombre comercial).
Vuelve a
cumplirse la ley de beneficios inversos aplicada a los
medicamentos enunciada por Brody y Light: la ratio
beneficio-daño es inversamente proporcional a la agresividad con que se realiza
la campaña de marketing del producto. Es decir, cuanto más intensas sean las
estrategias comerciales de los fabricantes, más probable es que el medicamento
acabe produciendo daño a los pacientes y a la salud pública. Verbigracia:
cuantas más presiones comerciales se reciban por parte de la industria menos se
deberían prescribir los nuevos medicamentos.
Pero esto no
ocurre y al final los pacientes sufren las consecuencias
El escádalo Xarelto
¿De qué se trata esta vez? Médicos y científicos están pidiendo una investigación independiente sobre el ensayo clínico principal, el ROCKET-AF, utilizado para demostrar la efectividad y seguridad del Xarelto, publicado en el NEJM en 2011, por los problemas que se han encontrado en el brazo del medicamento que servía de control: el de la warfarina. Bayer, otro laboratorio alemán como el que ha desarrollado el Pradaxa (Boehringer Ingelheim), es el fabricante del Xarelto (¿Dónde han quedado el rigor de la ética calvinista alemanes?)
¿De qué se trata esta vez? Médicos y científicos están pidiendo una investigación independiente sobre el ensayo clínico principal, el ROCKET-AF, utilizado para demostrar la efectividad y seguridad del Xarelto, publicado en el NEJM en 2011, por los problemas que se han encontrado en el brazo del medicamento que servía de control: el de la warfarina. Bayer, otro laboratorio alemán como el que ha desarrollado el Pradaxa (Boehringer Ingelheim), es el fabricante del Xarelto (¿Dónde han quedado el rigor de la ética calvinista alemanes?)
Leer más y Fuente: http://www.nogracias.eu/2016/02/12/jugando-a-la-ruleta-rusa-en-cabeza-ajena-graves-discrepancias-en-los-ecas-de-los-nuevos-antitromboticos/
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