Fumar
o el sedentarismo son factores de riesgo para la enfermedad cardíaca, pero un
50 por ciento de las personas que sufren infarto o ictus cerebral no los
tienen. Basado en esto se desarrolló un estudio para probar el vínculo entre
mutaciones no heredadas en células sanguíneas y la aterosclerosis.
El estudio,
realizado en ratones por la escuela de Medicina de la Universidad de Boston,
abre la vía a futuros tratamientos preventivos para la aterosclerosis en determinados
individuos, una enfermedad caracterizada por la formación de placas de ateroma,
compuesta por grasas, colesterol o calcio, dentro de las arterias.
Con el tiempo la
placa se endurece y estrecha las arterias, lo que limita el flujo de sangre
rica en oxígeno y esto puede causar ataque cardíaco o accidentes
cerebrovasculares. A lo largo de la vida, las células sufren daños que en parte
afectan al ADN y se van produciendo mutaciones en los genes, explica el
investigador Vicente Andrés, del Centro Nacional de Investigaciones
Cardiovasculares Carlos III. El investigador señala que algunas de estas se
reparan y otras no, las cuales vamos acumulando. Estas mutaciones se llaman
somáticas y son espontáneas, no heredadas.
Leer más y
fuente:
OBSERVACIÓN: El contenido de la información ha sido obtenida mediante un sistema de búsqueda en Internet. Su titularidad corresponde a la Web de origen salvo lo dispuesto en la misma. Cualquier, comentario, duda, aclaración o errata que observe le rogamos nos lo comunique a través de sosictus@gmail.com. Gracias
No hay comentarios:
Publicar un comentario