ATENCIÓN EN ACCIDENTE ISQUÉMICO
EL ABORDAJE DEL ICTUS SE OLVIDA DEL PACIENTE DESPUÉS DEL ALTA
La rehabilitación tras un accidente isquémico no está asegurada
dentro de la sanidad pública. Una de cada dos personas que sufre un episodio
vascular termina falleciendo o inválida.
Soledad
Valle. Madrid | 23/10/2017 00:00
Para
empezar por el final: "Los pacientes con alta hospitalaria tras sufrir un
ictus tienen que ser rehabilitados de manera precoz, urgente, para devolver la
mayor plasticidad al sistema nervioso y celular. En los primeros tres meses,
eso ya se ha cicatrizado". Exuperio Díez Tejedor, jefe de
Neurología del Hospital Universitario de La Paz, de Madrid, e impulsor de la
red de ictus en la comunidad, pone así el acento en la parte más débil de la
atención sanitaria pública al paciente que ha sufrido un accidente vascular.
Juan Francisco Arenillas, neurólogo |
Juan
Francisco Arenillas,
jefe del Servicio de Neurología del Hospital Clínico Universitario de Valladolid
y director del Programa de Ictus de Castilla y León, corrobora esa zona
oscura de la sanidad pública: "Una vez que le damos el alta al
paciente, tiene que buscarse la vida. No hay ningún proceso que dé celeridad a
esa rehabilitación, nada establecido, ni estandarizado. Cada uno hace lo que
puede o va entendiendo. La sanidad pública debería garantizar una
rehabilitación de por lo menos los primeros tres meses tras el alta".
La
falta de esa atención aboca al enfermo a la sanidad privada donde hay muy
buenos medios, como
constata Julio Agredano, presidente de la asociación Freno al Ictus, que
colabora con la Sociedad Española de Neurología (SEN) para sensibilizar a la
población sobre este problema.
Agredano
sufrió un ictus en 2011, con 39 años. No fue atendido con la celeridad
necesaria porque no logró identificar lo que le estaba ocurriendo y se puso a
dormir. Terminó ingresando en el Hospital de Cabueñes de Gijón. Allí
recibió el alta y regresó a Madrid donde empezó la rehabilitación en una
clínica privada, para recuperarse de las secuelas físicas que le quedaron.
Asistió cinco días a la semana, cuatro horas al día, durante un año. Afirma
contundente que "la rehabilitación óptima tras un daño cerebral depende de
la capacidad adquisitiva del paciente. Un tratamiento como el que recibí
cuesta entre 20.000 y 30.000 euros"; y advierte que "los seguros
privados de salud suelen excluir la rehabilitación tras un ictus o daño
cerebral. Tenía un contrato de alta dirección con una póliza sanitaria que no
me pagó el tratamiento, porque no lo incluía".
Hoy
Agredano no tiene secuelas. "No recibo ninguna pensión de la Seguridad Social, no tengo
ninguna incapacidad laboral. Así que con mi inversión he ahorrado dinero al
sistema. Mi caso es excepcional", afirma.
Ahorro e
inversión
Una vez que le damos el alta al paciente, tiene que buscarse la
vida, dice Juan Francisco Arenillas
Fuente:http://www.diariomedico.com/2017/10/23/area-profesional/gestion/el-abordaje-del-ictus-se-olvida-del-paciente-despues-del-alta
OBSERVACIÓN: El contenido de la información ha sido obtenida mediante un sistema de búsqueda en Internet. Su titularidad corresponde a la Web de origen salvo lo dispuesto en la misma. Cualquier, comentario, duda, aclaración o errata que observe le rogamos nos lo comunique a través de sosictus@gmail.com. Gracias
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