El Ministerio de Sanidad y las Consejerías autonómicas creen que la lucha institucional contra la obesidad debe dar más de sí. Estudian la posibilidad de pedir un impuesto para las bebidas azucaradas.
José A. Plaza
La
lucha contra la obesidad con herramientas institucionales y legislativas no
está funcionando todo lo bien que debería, según debatieron ayer miércoles el Ministerio de Sanidad y las consejerías autonómicas. Por
ello, se vuelve a poner sobre la mesa una idea que no es nueva: un posible
impuesto para las bebidas azucaradas.
Maquinas vending, Hospital HUCA. Oviedo (Asturias) |
Se busca implantar
“cuanto antes” un etiquetado frontal en productos poco saludables, explicando
sus componentes
Los
dos principales instrumentos, la Estrategia
NAOS y la Ley de Seguridad Alimentaria y Nutrición “están bastante paralizados” y no han
tenido el impulso suficiente en los últimos años, concluyeron anoche ministerio
y consejerías en la Comisión
Delegada del Consejo Interterritorial, que se celebrará la
próxima semana.
Por
ello, el ministerio ha pedido más implicación a las comunidades autónomas. Se
asume que la normativa europea “no se
está cumpliendo”, que la propia Unión Europea está siendo laxa
con sus propias leyes, y que hay demasiada permisividad con la publicidad de
alimentos poco saludables.
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Los alimentos tendrán que reducir su sal, grasas y azúcar entre un 5% y un 18%
De
hecho, ante una situación que se considera mejorable, ministerio y autonomías
están estudiando seriamente la posibilidad de incluir un impuesto para las
bebidas azucaradas. Habría que ver qué dice el Ministerio de Hacienda, pero
la ideas parece cobrar fuerza.
Un impuesto ya
planteado y aún en el cajón
De
hecho, el Gobierno ya planteó hace dos años el citado impuesto,
que finalmente no se incluyó en un real decreto aprobado a finales de 2016, que
sí obligaba a impuestos al alcohol y al tabaco. El impuesto a las nebidas
azucaras llevan años pidiéndolo sociedades como la de Salud Pública y Administraciones Sanitarias
(Sespas).
Las
medidas que se pusieron anoche sobre la mesa son las siguientes, según ha
podido saber DM. Por un lado, hacer que cristalice el plan de mejora de
alimentos pactado hace unos meses -por el anterior Gobierno- con la
industria alimentaria, ya que el objetivo es consolidar en
2020 la reducción al menos en un 10 por ciento de los contenidos en sal y
garsas trans.
Publicidad infantil,
comedores escolares y máquinas de vending, en la diana
Por
otro lado, se quiere un etiquetado
frontal en los
productos, el estilo del que ya manejan países como Francia. Sanidad y las
consejerías consideran que el actual etiquetado nutricional no es sencillo de
leer e interpretar para los consumidores, por lo que la inclusión de un gráfico frontal con infromación de si los componentes
son saludables podría mejorar la situación. La idea es “implantarlo en el menor
tiempo posible”.
Además,
se quiere limitar y filtrar cierta publicidad
al público infantil. Hay alimentos con componentes no
saludables a los que se permite una publicidad no deseable. También está la
cuestión de las máquinas de vending y de los comedores escolares: la idea
sería intentar restringir la presencia de ciertos alimentos.
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más y fuente: https://www.diariomedico.com/politica/sanidad-y-autonomias-estudian-un-posible-impuesto-a-las-bebidas-azucaradas.html
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