La atención rápida y las intervenciones por vía femoral han hecho descender la mortalidad el 6,2% en tres años. Reaccionar con celeridad ante cualquier síntoma de accidente cerebrovascular es clave para salvar vidas y reducir las posibles secuelas
Si de repente una persona percibe cierta rigidez en una
mitad del rostro, que se hace evidente al tratar de sonreír porque una parte de
la boca no sigue el movimiento pretendido, podríamos estar ante un caso de
ictus. Pérdida de fuerza en un brazo o pierna y dificultad en el habla y la
comprensión también podrían ser indicios de ello. Si dichas señales desaparecen
en un tiempo aproximado de una hora, pudiera tratarse de un ataque isquémico
transitorio (AIT).
En cualquiera de los
casos, acudir lo antes posible a un hospital puede, no solo salvar una vida,
sino también reducir en gran medida las secuelas del accidente cerebrovascular.
Si se trata de un ictus transitorio, la detección de este aviso puede sentar las
mejores bases para prevenir ictus posteriores. «Muchas veces se menosprecian
estas señales y, sin embargo, los avisos ayudan a detectar causas que pueden
llevar a nuevos ictus. Por ello, ante cualquier ataque isquémico transitorio,
se recomienda acudir inmediatamente a urgencias», puntualiza el neurólogo
responsable de la unidad de ictus del Hospital Germans Trias i Pujol de
Badalona, Antoni Dávalos.
CUIDADO INTEGRAL. El doctor Carlos Molina, en la Unidad de Ictus y Hemodinámica Cerebral del Hospital del Vall d'Hebron. Foto Ferran Nadeu |
Prestar atención a
esos avisos y la presteza en lograr supervisión médica ante ellos han
conseguido reducir la mortalidad por ictus en Catalunya el 6,2% en los últimos
tres años y, hasta el año 2020, se pretende hacer llegar esa rebaja hasta el
15%. La organización de la respuesta médica ante el primer aviso de posible
ictus, a través del Codi Ictus, el protocolo de intervención instaurado por la
Generalitat de Catalunya para atender un ictus recortando al máximo el camino
hasta la primera intervención sanitaria, ha contribuido en gran medida a
rebajar el índice de muertes.
ACCEDER
AL CEREBRO POR LA FEMORAL / Una vez recortado el tiempo de atención, otra
aportación médica que está marcando, en los últimos años, resultados
sorprendentemente satisfactorios ante un ictus es la intervención de estos con
trombectomía mediante el método bautizado como Solitaire. «Introducimos
un catéter por vía intraarterial, a través de la arteria femoral, y navegando a
través de ella se accede al cerebro. El catéter porta una malla que extendemos
para atrapar con ella el trombo -el cuajo sanguíneo que ha motivado la
obstrucción y, por tanto, el ictus-», describe el doctor Dávalos. Una vez el
trombo queda atrapado, se extrae, retrocediendo con la vía femoral. «Con este
método conseguimos, en el 90% de los casos, extraer el cuajo y recanalizar el
riego sanguíneo en el cerebro. Así se multiplica por entre dos y cuatro veces
la recuperación del paciente», explica el neurólogo de Can Ruti.
El
problema es que dicha intervención no se puede realizar en cualquier centro
hospitalario. «Es necesario contar con un alto nivel tecnológico, expertos y
salas de cateterismo», explica Dávalos. Hasta el momento, los hospitales del
Vall d'Hebron, Bellvitge, Clínic y Germans Trias i Pujol son los que la
realizan. A estos centros hospitalarios llegan el 86% de los pacientes que
requieren tratamientos más complejos de ictus. El revolucionario método, sin
embargo, no se puede utilizar en el 30% de los enfermos. Son pacientes que
presentan contraindicaciones como tomar anticoagulantes, como el Sintron; han
sido recientemente operados, por lo que podría sangrar la pequeña herida que
hay que realizar para introducir el catéter por la arteria femoral, o bien han
sufrido el ictus hace más de cuatro horas.
PRIMERA
CAUSA DE MUERTE / El ictus es la primera causa de mortalidad entre las mujeres
españoles y la segunda en los varones, según los datos del Grupo de Estudio de
Enfermedades Cerebrovasculares de la Sociedad Española de Neurología, informa
en su web la Federación Española de Ictus. Las mismas fuentes señalan que en
Europa mueren 650.000 personas anualmente por esta causa y, de ellas, 40.000
son españolas. Al año se detectan unos 120.000 casos nuevos, y se calcula que
cada seis minutos se produce un ictus en España.
En
Catalunya, entre ictus graves y más leves, se dan aproximadamente unos 13.000
casos al año. La media de edad de quienes los padecen es de 70 años. Pero en
los últimos años se ha detectado un ligero aumento de ictus «en personas
menores de 50 años. Entre el 5% y el 8% de los pacientes de ictus atendidos lo
son», expone Dávalos.
PREVENCIÓN / El control
de la hipertensión, la diabetes, la dislipemia (alteración en los niveles de
lípidos -grasas- en la sangre, fundamentalmente colesterol y triglicéridos) y
el tabaquismo es una de las primeras medidas de prevención del riesgo de sufrir
un ictus.
Pero también lo es la
arritmia. La arritmia cardiaca es la primera causa de ictus, por lo que
cualquier detección de anomalía en el ritmo cardiaco puede ayudar a prevenir,
en personas sanas, futuros episodios de ictus.
No
fumar, practicar ejercicio físico y beber con moderación son medidas que, en el
día a día, pueden contribuir también a evitarlo, como acciones de prevención
diaria, al alcance de todos. Son los mismos consejos que recibe el enfermo
vascular o cardiovascular.
OBSERVACIÓN: La información ofrecida ha sido obtenida mediante un sistema de búsqueda en Internet. Su titularidad corresponde a la Web de origen salvo lo dispuesto en la misma. Cualquier, comentario, duda, aclaración o errata que observe le rogamos nos lo comunique a través de sosictus@gmail.com. Gracias
No hay comentarios:
Publicar un comentario