
Esos gruesos puntos negros que ve en el plátano
salvaje una vez pelado no son más que las pepitas que le permiten reproducirse.
Tanto por la apariencia como por el sabor o el contenido en vitaminas, estos dos tipos de plátano son tan diferentes entre sí como un huevo y una castaña.
Tanto por la apariencia como por el sabor o el contenido en vitaminas, estos dos tipos de plátano son tan diferentes entre sí como un huevo y una castaña.
Aunque lo parezca,
esto no es un tomate
¿No le llama la atención el tamaño de las
berenjenas y puerros modernos? Son tan sumamente grandes que a veces incluso
cuesta meterlos en las bolsas de plástico de la sección de frutería. En otro tiempo la berenjena era una
hortaliza del tamaño de un huevo. De hecho, los americanos todavía la conocen
por el nombre de eggplant (“planta huevo”). Pero hoy en
día más bien debería llamarse “huevo de dinosaurio mutante”, dadas sus
dimensiones. El maíz, un clásico
Lo
del maíz es un verdadero escándalo. No consigo entender siquiera cómo hay gente
que sigue creyendo que la carne de las aves de corral engordadas con grano
(maíz) es más natural y mejor para la salud.
Al principio, el maíz era apenas un poco más grande que una espiga de trigo.
Al principio, el maíz era apenas un poco más grande que una espiga de trigo.
Llegados a este punto, le recomiendo que vea el siguiente vídeo (en inglés). Es un discurso abrumador de Jimmy Botella, profesor en biotecnología en la Universidad de Queensland (Australia), sobre la evolución de las frutas y las verduras. Puede que quizá se indigne con lo que va a oír, pero le aseguro que también descubrirá muchos datos asombrosos y apasionantes sobre la historia de los alimentos.

No hay comentarios:
Publicar un comentario