Doctos Jose María Ramirez Moreno |
Recientemente se han comunicado los resultados de un
“estudio sobre el grado de conocimiento acerca del Ictus que
tiene la población general de Extremadura”, realizado por un grupo
de investigadores que han sido liderados por el neurólogo del Hospital Infanta
Cristina de Badajoz, Dr. José María Ramírez Moreno, quien nos explica las
principales características y conclusiones del estudio.
Como neurólogo responsable del Área de Ictus del Hospital Infanta Cristina
¿qué le ha llevado a realizar este estudio?
José María Ramírez Moreno.- Evitar retrasos de la
llegada de los pacientes con un ictus es el objetivo principal de la fase prehospitalaria
de la atención a esta enfermedad en la fase aguda. De ello depende que podamos
proporcionar las mejores opciones de tratamiento. Aunque los datos
epidemiológicos demuestran que los tiempos de llegada a los hospitales han ido
mejorando, estudios recientes han proporcionado pruebas de que el retraso en la
llegada continua afectando a los pacientes con ictus, y muchos de ellos pierden
la oportunidad de recibir un tratamiento eficaz y así sobrevivir con menos
secuelas.
Los retrasos en la atención al ictus agudo se
han identificado a diferentes niveles, pero una de la razones principales son
la falta de conocimiento de los síntomas, la negativa a reconocer la
enfermedad, y la esperanza de que los síntomas puedan resolverse
espontáneamente. No disponemos en nuestra comunidad autónoma de ningún
estudio que informe del grado de conocimiento que los ciudadanos tienen sobre
una patología grave y con altas tasas de mortalidad como es la patología
cerebrovascular. Esta información es necesaria para el diseño de planes de
salud específicos, y guiar las necesidades de educación sanitaria en esta
materia. Esta ha sido la principal motivación para dirigir este estudio.
¿Cuál es la importancia del ictus en Extremadura?¿ Cómo nos encontramos
respecto al resto de España?
JMRM.- El ictus es una de las principales causas de
mortalidad junto a la cardiopatía isquémica y el cáncer. Es la primera causa de
hospitalización neurológica y una de las que más gasto sanitario consume, tanto
en fase aguda como en la fase crónica, fruto de su prevalencia, de la
discapacidad, trastornos cognitivos, conductuales y neuropsicológicos que
produce en el adulto. A esto debe añadirse el coste indirecto de la enfermedad
en cuanto a pérdida de capacidad laboral del paciente o de sus cuidadores,
adecuación domiciliaria, gastos de farmacia, etc.
Según datos oficiales la tasa de altas de
hospitalización por ictus por 1.000 habitantes en Extremadura en los últimos
años ha estado en torno a los 2.30 casos, por encima de la media nacional situada
en 1.8. Y la tasa estandarizada de mortalidad general por ictus también está
seis puntos por encima de la media nacional, unos 45 casos por 100000
habitantes y año.
¿Cuál es el grado de conocimiento del ictus en la población
extremeña?
JMRM.- Para responder a esta pregunta hicimos un estudio
transversal, realizando entrevistas a una muestra representativa de nuestra
sociedad. Los sujetos fueron seleccionados por un sistema de asignación al azar
doble y se administró un cuestionario estructurado con preguntas abiertas y
cerradas mediante entrevistas cara a cara. Se invitó a participar a 3342
sujetos, de 42 municipios de Extremadura. Finalmente se consideraron válidas
las encuestas de 2411 sujetos. El 99,5% de los encuestados eran de
nacionalidad española y el resto de diferentes nacionalidades, pero todos
residentes en Extremadura. La mujeres encuestadas supusieron el 59,8% . La edad
media de los participantes fue de 49 años . El 26% de los
entrevistados vivían en el medio rural.
Definimos el “conocimiento adecuado” del ictus como
aquel que afirmaba que sabía que era un ictus, mencionara correctamente al
menos un síntoma de la enfermedad, mencionara al menos un factor de riesgo
vascular, hábito o estilo de vida de riesgo y su reacción potencial ante la
enfermedad fuera correcta. En base a esta definición solo un 39.7% de los
encuestados tendría un conocimiento básico del ictus idóneo.
En la población general ¿cómo podemos calificar el nivel de
conocimientos sobre el ictus y los signos de alarma?
JMRM.- Hay cinco o seis síntomas de alarma que la
población debería reconocer con facilidad, como indicativos de poder estar
sufriendo un ictus, estos serían: cambio repentino en el lenguaje, pérdida
visual, parálisis o debilidad en una parte del cuerpo, mareo intenso, pérdida
de sensibilidad u entumecimiento en una parte del cuerpo y cefalea muy intensa.
El 26.5% de los encuestados no tenía conocimiento de
ningún signo o síntoma de alarma de ictus. Y el 73.5% nombró al menos uno
correctamente. La media de signos o síntomas de alarma correctos mencionados
por los encuestados fue inferior a dos.
De los síntomas de alerta del ictus, ¿cuál es el más identificado por los
extremeños y si se corresponde con el más adecuado?
JMRM.- Si, el síntoma mencionado con mas frecuencia fue
la pérdida de fuerza (31,0%), seguido de mareo y trastornos del
equilibrio (30,7%) y la cefalea (30,4%). Pero hay síntomas muy importantes como
la alteración del habla o del lenguaje o la pérdida de visión brusca que fueron
enumerados por pocos sujetos (en torno al 10% de los entrevistados).
Existe una conocida relación entre la enfermedad vascular y los distintos
factores de riesgo clásicos (hipertensión, diabetes, colesterol elevado, edad,
tabaco, alcohol,…) y socioeconómicos (nivel de estudios, nivel de renta,
situación laboral,…) , ¿cómo contribuye cada uno sobre el conocimiento
del ictus, y si en su estudio se ha encontrado alguna relación de interés?
Es una pregunta complicada y difícil de explicar con
pocas palabras, pero en general nuestros resultados demuestran que la
población de Extremadura con alto riesgo de sufrir un evento cerebrovascular (es
decir, aquellos con factores de riesgo, mayor edad o haber presentado la
enfermedad) no tiene un mejor conocimiento del ictus ni una mejor
respuesta ante los síntomas de la enfermedad. Y si nos centramos en la
repercusión que los factores socio-demográficos tienen en el conocimiento de la
enfermedad cerebrovascular, demostramos que el nivel de conocimiento es mayor
según aumenta el nivel de educación, ingresos autodeclarados y nivel de salud,
incluso tras ajustar por factores como la edad, el sexo o el área de
residencia. También encontramos un mejor nivel de conocimiento según la zona de
residencia y en los sujetos menores de 65 años. Nuestro trabajo demuestra
con claridad que el conocimiento general del ictus es peor entre las clases más
desfavorecidas socialmente, donde el ictus suele incidir con mayor crudeza.
Está demostrado que las personas con más formación y mayor nivel de ingresos
tienden a buscar atención médica más rápido cuando se enfrentan a los síntomas
de un ictus. También hay estudios que sostienen que la desigualdad social,
fundamentalmente en términos económicos y educativos, conlleva asociados unos
factores psicosociales que potencian o exacerban los factores de riesgo
vascular y , por tanto, el riesgo de eventos vasculares. Por ello, podemos
considerar al nivel socioeconómico como un factor que condiciona tanto el
comportamiento individual ante la salud como las condiciones de salud de la
población.
¿Cómo considera que el comportamiento de los extremeños ante un Ictus?
JMRM.- Preguntamos en nuestro cuestionario de forma
abierta por la actitud hipotética tomada, ante la posibilidad de presentar un
ictus (¿qué haría usted ante esos síntomas compatibles con un ictus o
infarto cerebral?). El 20.0% de los encuestados no tendría una actitud
idónea ante la sospecha de presentar un ictus o presenciarlo en un familiar. La
actitud hipotética que se tendría ante un accidente isquémico transitorio, es
sustancialmente peor, ya que el 58.6% de los encuestados no lo consideraría de
la suficiente gravedad para acudir inmediatamente a un hospital o avisar al
112. Estos datos son preocupantes, y tal y como defienden otros autores la
razón más común del retraso en la atención al ictus de la fase prehospitalaria
es que no se reconozcan los síntomas como propios del ictus, y los ciudadanos
no sepan darse cuenta de la urgencia, esperando en muchos casos a que se
resuelvan espontáneamente; limitando la solicitud de ayuda o que cuando llegue
sea tarde.
Qué mensajes podemos dar a la población de cara a la prevención del
ictus y de cómo actuar rápidamente cuando se presenta?
JMRM.- La disponibilidad de terapias específicas
altamente eficaces para el tratamiento del ictus, pero con un margen
riesgo/beneficio estrecho, hace necesario desarrollar un sistema de
organización asistencial y dotación de los centros hospitalarios capacitados
para atender pacientes con ictus. Pero es preciso que el paciente llegue lo
antes posible y sin demora al centro hospitalario.
El conocimiento básico del ictus es insuficiente en la población general de
Extremadura, existiendo una discrepancia entre el conocimiento teórico y la
percepción de gravedad de la enfermedad. Según
mi criterio, serían los profesionales sanitarios los que deberíamos implementar
acciones educativas dirigidas a las personas con mayor riesgo vascular, bien en
nuestras consultas o con actividades formativas al margen. En ellas es preciso
insistir no solo en la importancia del reconocimiento de los síntomas y de la
acción a tomar en caso de presentarlos o presenciarlos en una persona cercana;
si no también en la importancia de adoptar medidas de prevención primaria y
secundaria adecuadas.
El conocimiento del ictus y la acción a tomar frente a la enfermedad pueden
ser mejorados con campañas de sensibilización.
La eficacia de estas campañas, se podrían potenciar utilizando los medios de
comunicación adecuados, dando mensajes sencillos y adaptados a la realidad
social de la población. Es de suma importancia asegurar que las campañas
incluyan que una respuesta rápida ante los síntomas de alarma es esencial para
reducir la muerte y discapacidad del ictus. Esta tarea es responsabilidad de la
Administración sanitaria y del Gobierno de nuestra Comunidad.
Doctor Francisco Carlos Carramiñana |
SOBRE EL AUTOR
Francisco
Carlos Carramiñana Barrera, desarrolla su trabajo como médico de familia en el
Centro de Salud de San Roque de Badajoz, colabora en publicaciones de la
Redgdps y Semergen . En este blog explicará cómo es de fácil cuidarse, y que
podemos mejorar nuestra salud y calidad de vida con un sencillo cambio de
hábitos, siendo positivos, y con un poco de humor….siempre que estemos
dispuestos a ello.
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