Alberto Giménez Artés 24.02.2018 | 03:00
Más de 120.000 personas ingresan todos
los años en los hospitales españoles como consecuencia de un ictus. Un
incremento de más del 20% en lo que va de siglo y se espera otro incremento
igual para los próximos diez años. En nuestro país más de 400.000 personas
viven con discapacidad tras sufrirlo. El gasto asociado a esta enfermedad ronda
el 4% del presupuesto destinado a Sanidad.
De acuerdo con
los datos presentados por el INE correspondientes al año 2014, en la Comunidad
Valenciana se produjeron 11.930 altas hospitales por ictus. El número total de
estancias hospitalarias fue de 114.012 días, siendo 24.288 las estancias
referidas a pacientes que estuvieron entre 31 días a 6 meses ingresados en el
hospital.
De las 11.930 altas hospitalarias y
de acuerdo con numerosos estudios, un 68% de los pacientes presentan secuelas
importantes al alta hospitalaria. En consecuencia, 8.112 personas en la
Comunitat Valenciana necesitaron ese año recursos de rehabilitación que
disminuyeran o eliminaran sus déficits funcionales.
Estas cifras ponen de manifiesto el
alcance y la gravedad del ictus, que algunos califican ya como la enfermedad
del siglo XXI. Nos encontramos ante una sociedad cada vez más envejecida y la
edad es uno de los principales riesgos para padecer esta enfermedad, al igual
que el estrés y un estilo de vida sedentaria que provoca sobrepeso.
Pero no todo son malas noticias.
Muchos de los factores de riesgo que provocan el ictus son evitables y están en
nuestras manos poder controlarlos. Por eso es fundamental promover políticas
que promocionen hábitos de vida saludables, ejercicio físico y el control de la
tensión arterial, entre otras cuestiones. Si lo hacemos, no sólo mejoraremos
nuestra salud, sino evitaremos un gasto a la Sanidad, condición necesaria si queremos
sostenerla a lo largo del tiempo. La Sanidad no es gratuita, cuesta 60.000
millones de euros a todos los españoles.
Otra buena noticia sobre el ictus
es el descenso de la mortalidad. A principios de este siglo, el 33% de las
personas que lo sufría fallecía; actualmente este porcentaje ha disminuido al
10%. Sin embargo, la prevalencia de la enfermedad nos obliga a pensar más allá
de la fase aguda, pues aunque en la mayoría de los casos se salve al paciente,
más del 50% necesita rehabilitación. No olvidemos que el ictus es la primera
causa de discapacidad en España.
Varios estudios argumentan que una
rehabilitación intensiva y temprana, desde el momento en que el paciente está
estable, produce importantes resultados. Más del 60% de los pacientes recuperará
su independencia o tendrá cuidados mínimos, evitando una severa dependencia, si
llevamos a cabo una rehabilitación adecuada. Hacer las cosas mal, es decir, no
evitar la dependencia por falta de rehabilitación supone no sólo un grave
problema para el afectado y su familia, sino un coste añadido para el sistema.
En este caso con cargo a la Ley de Dependencia a lo largo de los 15 años de
promedio de vida más allá del Ictus.
Leer más
y fuente:
http://www.diarioinformacion.com/deportes/2018/02/24/ictus-enfermedad-siglo-xxi/1992063.html
OBSERVACIÓN: El contenido de la información ha sido obtenida mediante un sistema de búsqueda en Internet. Su titularidad corresponde a la Web de origen salvo lo dispuesto en la misma. Cualquier, comentario, duda, aclaración o errata que observe le rogamos nos lo comunique a través de sosictus@gmail.com. Gracias
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