Esta
semana podemos leer un interesante artículo en la revista Jama sobre el
descenso en la incidencia de Ictus en los Estados Unidos. En los últimos años,
se han hecho muchos esfuerzos para disminuir esta enfermedad, no sólo por ser
la tercera causa de muerte en la mayor potencia del mundo, sino por la gran
discapacidad que genera y por los gastos sanitarios y en servicios sociales que
casan sus secuelas.
En
este estudio Koton y colaboradores estudiaron una cohorte, entre 1987 y 2011,
en las que de forma prospectiva valoraron el riesgo de arterioesclerosis, en
14. 357 pacientes, en cuatro estados diferentes. En todos los pacientes se
realizaba una anamnesis inicial, exámenes clínicos y analíticos periódicos,
entrevistas telefónicas y programas activos en hospitales para prevención de
factores de riesgo arterioescleróticos, instruyendo a los participantes en
hábitos de vida saludables.
La
edad media de los pacientes era de 54 años y el 55% de los participantes, eran
mujeres. Llama la atención que durante los 22,5 años que duró el estudio, se
incrementó el uso de fármacos hipolipemiantes y disminuyó el hábito tabáquico,
pero aumentó la proporción de pacientes con diabetes e hipertensión.
A
lo largo del estudio 929 pacientes presentaron un ictus isquémico y un 140 hemorrágico,
con una incidencia de 3,73 por cada 1000 personas al año. La incidencia
disminuyó respecto a la de la población general independientemente de la raza o
del sexo, pero solo en los mayores de 65 años. La mortalidad del ictus
hemorrágico fue más alta que la del isquémico además el uso de fármacos para
disminuir el colesterol se relaciona directamente con la mejoría del
pronóstico, el tabaco, la obesidad y la diabetes siguen aportando
un mal pronóstico funcional.
Dentro
de la prevención primaria lo más interesante es la formación en los niños. El
ayuntamiento de Nueva York con la financiación de empresas privadas y el
Sistema Nacional de Salud, ha puesto en marcha un video juego con acceso
gratuito en el que los niños aprenden jugando a reconocer los primeros síntomas
del ictus y son instruidos para realizar una llamada precoz al servicio de
urgencias.
En
enero del este año se publicó en el Stroke un estudio realizado en 210 niños,
con una edad media de 10 años que están escolarizados en varios colegios de
distintas etnias del Bronx en Nueva York. El estudio consistía en determinar
como influía el uso de un video juego el “Stroke Hero” ,
que los niños jugaban durante 15 minutos, determinando antes y después los
conocimientos que habían adquirido sobre todo para reconocer los factores de
riesgo, o los síntomas del ictus, como la parálisis facial, la disartria,
la hemiplejia, cefalea, alteraciones del equilibrio o de la visión. Después de
jugar a este divertido e instructivo videojuego el 33% de los niños estaban
preparados para actuar en caso de un ictus, además de reconocer los factores de
riesgo del ictus y aprender hábitos de vida más saludables, lo que a largo
plazo seguro que ayudará a disminuir el ictus.
Podéis
animar a los niños a que jueguen a “Stroke Hero”
Autora: Ana
Belén Cordal López.
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