GUÍA PARA MEJORAR EL AMBIENTE DE
SU HOGAR
Este documento es para ayudar a la
gente con sensibilidad y con sensibilidad química y a sus familias, a mejorar
su salud haciendo cambios eficaces en su entorno vital.
Cuando se han diagnosticado
enfermedad ambiental, sensibilidad química o exposición a pesticidas, es
necesario hacer algunos cambios en el estilo de vida para reducir la exposición
innecesaria a químicos: humos, gases de escape, disolventes y partículas
inhalantes como polvo o polen.
Normalmente es necesario reducir
la exposición repetida a ciertos alimentos mediante la dieta rotatoria, que
consiste en comer sólo una vez cada cuatro días alimentos que pertenezcan a una
misma familia alimenticia. Esta rotación permite al cuerpo recuperarse de las
posibles reacciones a cualquiera de los alimentos ingeridos antes de
exponerse de nuevo a una sustancia detonante.
Todos los afectados de enfermedad
ambiental tienen deficiencias nutricionales, de vitaminas, minerales,
aminoácidos o ácidos grasos esenciales (AGEs), como consecuencia de un aumento
de las necesidades, aumento de las pérdidas o a la pobre absorción de
nutrientes.
Al objeto de solucionar estas
deficiencias, se prescribe una dieta variada con suplementos dietéticos.
Los alimentos ecológicos son muy
recomendables porque los residuos químicos presentes en los alimentos tratados
pueden provocar síntomas en los afectados de enfermedad ambiental. Cuando sea
posible, se aconseja consumir sólo alimentos frescos, lo que ayuda a evitar
aditivos e ingredientes "ocultos" comunes en los alimentos elaborados
industrialmente. Los suplementos nutricionales deberían ser preparados
hipoalergénicos de buena calidad.
Así como es deseable la comida
"limpia", también lo es el agua limpia y se recomienda el agua
mineral embotellada o el agua corriente filtrada.
Es mejor filtrar el agua según
entra en la casa y hay disponibles diferentes sistemas de filtración. La
Fundación puede facilitarles más información sobre empresas adecuadas así como
de otros artículos que ayudan a la gente con sensibilidad química.
Se debe evitar el aire
contaminado, existen filtros que purifican el aire de interior liberándolo de
químicos y partículas. La filtración de aire es particularmente útil en el
dormitorio donde se pasa un tercio del tiempo. Existen filtros para coches, que
funcionan con el enchufe del mechero.
En el hogar, es aconsejable
reducir todo lo posible la exposición a químicos.
Cuanto más nueva sea la sustancia
o artículo, más probable es que emita químicos.
En general, todo producto con
aroma, está emitiendo químicos. Sin embargo, el hecho de que no haya olor no
significa que no haya emisión.
Los materiales más adecuados
para uso de los pacientes con enfermedad ambiental son el vidrio, la cerámica,
el algodón o la seda no tratados, así como la madera igualmente sin tratamiento
previo. Hay disponible en el mercado para gente con sensibilidad química
pinturas, barnices, productos de limpieza o de aseo no tóxicas.
El cambio del estilo de vida es
una parte importante del tratamiento de la enfermedad ambiental.
El Centro recomienda el enfoque
holístico para mejorar su ambiente, así como las vacunas de inmunoterapia a
dosis bajas y la corrección recomendada de los déficits nutricionales .Asegurar
estos cambios e identificar otros problemas médicos son la base de la
recuperación. El grado de rectificación depende de la gravedad de la
enfermedad.
Emiten sustancias químicas
Tejidos, aglomerado,
contrachapado, tablero DM, conservantes de la madera, moquetas, pinturas y
derivados, barnices, cera, productos de limpieza, desinfectantes,
electrodomésticos de gas, cosméticos, material y equipamiento de oficinas, humo
de tabaco, ropa limpiada en seco, ambientadores y combustibles almacenados.
El salón
La gente con sensibilidad
debe intentar mantener el salón limpio, luminoso y bien ventilado. Es muy
importante la elección del mobiliario, revestimientos del suelo y del techo
para conseguir una reducción en la carga tóxica.
En esta sección veremos qué
muebles y enseres pueden cambiarse para mejorar las condiciones ambientales de
su salón.
Ventilación
Si el aire exterior de su
domicilio es de buena calidad, la ventilación cruzada a través de puertas y
ventanas puede ser un buen método de ventilar la vivienda. Se pueden usar
pantallas filtro, o ventiladores con filtro empotrado para impedir el paso del
polen.
Son útiles también los
purificadores o limpiadores de aire si éste es de mala calidad, o especialmente
en la época del polen. Estos aparatos filtran el aire, eliminando las
partículas de polvo, alérgenos de mascota, olores y humos, devolviendo el aire
más limpio al salón.
Los filtros deben mantenerse
adecuadamente, limpiándolos y reemplazándolos cuando indique el fabricante.
Para mejorar la calidad del aire
se pueden asociar ionizadores al filtro. Ayudan a atrapar partículas del aire
emitiendo electrones que unidos a las moléculas del aire forman iones. Estos
iones con carga eléctrica negativa se diseminan por la habitación donde se unen
con el polvo, polen, humo, escamas de animales para formar partículas más
grandes que pueden ser atrapadas más fácilmente por los filtros limpiadores. Es
muy importante que ionizadores y filtros no necesiten cambiarse y
que se aspire y limpie el polvo regularmente para eliminar las partículas más
grandes.
Donde la condensación sea un
problema, un deshumidificador puede ser una buena inversión. Al eliminar los
vapores de agua del aire, se reducen las partículas flotantes y hongos.
Leer más y fuente:
http://www.fundacion-alborada.org/component/content/article/106-recomendaciones/recursos/223-guia-para-mejorar-el-hogar
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