OBSERVACIONES BENEFICIOSAS
Las sugerencias
dirigidas a los médicos reducen la receta de fármacos poco eficaces, pero no de
todos
ÀNGELS GALLARDO / BARCELONA
SÁBADO, 15 DE NOVIEMBRE DEL 2014
La creciente exigencia, o presión, sobre los equipos que
atienden a quien sufre ictus -trombosis cerebral- o infarto de miocardio, las
principales causas de muerte en la actualidad, proporciona resultados. Desde
que la Conselleria de Salut estableció en el 2007 el Código Ictus, circuito que
enlaza a las ambulancias del Servei d'Emergències Mèdiques con los principales
hospitales, la asistencia a quien está sufriendo una hemorragia cerebral se ha
reducido en«cuatro minutos» como media, en relación al 2010, informa
la Central de Resultados de Salut. «El tiempo medio transcurrido
entre la entrada de un enfermo por la puerta de urgencias y la introducción de
la aguja intravenosa que disolverá el trombo es de 51 minutos», indican.
Un 42% de esos enfermos sigue vivo tres meses después del accidente
cerebrovascular: un 6% más que hace tres años.
Un 64% quienes sufren un infarto de miocardio y no fallecen
de forma fulminante son atendidos en menos de 120 minutos: son un 5% más que
hace cuatro años, según el informe del 2013 de la Agència de Qualitat (AQUAS).
Menos demora en esa asistencia significa más músculo miocardio salvado, sano.
La supervivencia un mes después de
sufrir dolencias cardiacas o cerebrales graves -periodo de riesgo de repetición-
ha mejorado en los últimos tres años. En el 2013, se redujo la mortalidad por
insuficiencia cardiaca -incapacidad del corazón para bombear suficiente
sangre-, así como la de quienes sufrieron un ictus, y la de los afectados por
un aneurisma abdominal -ensanchamiento de una arteria-. Los técnicos de Salut
atribuyen esta mejora a la cualificación del personal sanitario.
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