En España se producen 130.000
ictus al año, y de ellos el 75% de los casos lo sufren mayores de 65 años ya
que aumentan los factores de riesgo cardiovascular. De hecho, según el
Observatorio del ictus, 1 de cada 6 españoles sufrirá un ictus.
El ictus es la segunda causa de
muerte en España, la primera en el caso de las mujeres. Además, es la primera
causa de discapacidad grave en el adulto. Por ello es fundamental la
prevención y acudir a un centro hospitalario en caso de presentar los
síntomas del ictus aunque haya sido durante un corto periodo de tiempo, tal y
como apunta la doctora Inmaculada Tarrero del Centro de Día expertos
en mayores Vitalia Sarriá y
colaboradora de smartsalus.com.
Para esta experta, es necesario controlar
los factores de riesgo cardiovascular para prevenir esta enfermedad. Por
un lado, es esencial dejar de fumar, “puede reducir el riesgo en el plazo de
meses; después de 3 a 5 años de haber dejado de fumar, el riesgo desciende al
de cualquier persona que no haya fumado”. También es muy importante seguir una
dieta variada, en la que se reduzca la grasa de origen animal y la sal. Además,
y según un estudio publicado en la revista “Stroke: Journal of the American
Heart Association”, en el caso de las mujeres postmenopáusicas una dieta rica
en potasio podría reducir las posibilidades de sufrir un ictus.
Otro factor a tener en cuenta es realizar
ejercicio físico moderado y de forma regular. Media hora, tres o cuatro
veces por semana puede ser suficiente y siempre adecuado a las posibilidades de
cada persona. En este punto hay que evitar el ejercicio agotador en personas
ancianas. Simplemente “caminar es un excelente ejercicio”, señala la doctora
Inmaculada Tarrero.
Por otro lado, las emociones
negativas pueden aumentar el riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular.
Sufrir depresión, estrés o soledad pueden ser factores de riesgo. En este
aspecto esta especialista recomienda un seguimiento minucioso con el fin de
que, en el caso de padecer algún tipo de síntoma de este tipo, sea tratado por
un médico.
Del mismo modo, es crucial que, ante
cualquier síntoma propio del ictus, como pérdida de fuerza, alteración del
lenguaje, pérdida de visión o sensibilidad, se acuda lo antes posible a un
centro hospitalario. Incluso, aunque se hayan percibido durante un corto
periodo de tiempo. “Llegar a tiempo puede reducir de forma exponencial las
secuelas y la muerte por este tipo de enfermedad”.
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