Una
correcta intervención sociosanitaria profesional después de sufrir un ictus
cerebral es fundamental para paliar sus efectos. Esta es una de las principales
conclusiones del II Encuentro de Profesionales sobre la prevención y
el tratamiento del ictus celebrado en el Aula Universitaria Hospital Real
de la Misericordia con la organización de la residencia SARquavitae Azalea, la
red hospitalaria Hospiten y el ayuntamiento de Marbella.
El
avance en la prevención el cuidado y la rehabilitación de afectados por ictus
es especialmente relevante si tenemos en cuenta que esta enfermedad es la
primera causa de discapacidad y dependencia según la OMS.
Por ello, en este encuentro los expertos en la materia han querido ahondar en su conocimiento de esta grave enfermedad cerebrovascular, no solamente desde la perspectiva clínica de la prevención y el tratamiento, sino también teniendo en cuenta la importancia de la rehabilitación posterior. También se ha querido subrayar la relevancia de la ética en la atención a las personas que han sufrido esta enfermedad, puesto que en muchas ocasiones quedan afectadas sus capacidades cognitivas.
La
rehabilitación es clave para paliar las graves consecuencias de los ictus
cerebrales
En
su intervención, Pedro Bravo, Director Territorial SARquavitae, ha incidido en la importancia
de una correcta intervención sociosanitaria profesional después de este tipo de
accidentes. En su opinión, “para que se pueda producir una rehabilitación
integral después del ictus, es necesario el trabajo coordinado de
fisioterapeutas, terapeutas ocupacionales, médicos y psicólogos, todos ellos
con funciones específicas y complementarias”.
Por
su parte, Liliana Torres, directora del centro residencial SARquavitae
Azalea,
ha señalado la importancia de la ética asistencial en este tipo de casos, para
asegurar el respeto de la voluntad de los afectados, así como su calidad de
vida.
SARquavitae
cuenta con unidades específicas de rehabilitación funcional en las
que trabajan todos estos especialistas y en los que se aborda cada caso de
forma personalizada, evaluado las necesidades específicas de cada persona y
diseñando una intervención a medida que se va actualizando a diario, por lo que
el seguimiento de la evolución del paciente es total y constante.
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