Buscar este blog

jueves, 15 de enero de 2015

EL TABACO TAMBIÉN ES ENEMIGO DE LA PIEL: DESTRUYE EL COLÁGENO Y ACELERA EL ENVEJECIMIENTO

Fumar acelera la degradación del colágeno y la llegada de las arrugas. Se reduce el nivel de vitamina A y cambia la cantidad y calidad del colágeno. Fumar también origina alteraciones en la cicatrización, dado que el humo del tabaco disminuye la oxigenación de los tejidos. El calor producido en los labios puede originar, con el tiempo, cáncer de labio.


Además de producir enfermedades pulmonares y riesgo de cáncer, el tabaco también perjudica a la piel: destruye el colágeno acelerando el envejecimiento. Al hacernos mayores, el colágeno se degrada de manera natural y se forman arrugas; pero fumar hace que esto suceda antes. Fumar reduce la elasticidad natural de la piel pues causa la rotura del colágeno y hace disminuir su producción, según señalan los especialistas del Sistema Nacional de Salud del Reino Unido (NHS).
La Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV) indica que parecer joven a medida que pasan los años tiene que ver con evitar ciertas causas externas como el sol, el estrés, el alcohol, las drogas, la contaminación y el tabaco, entre otras. Lo confirma Roberto Glorio, especialista en dermatología y docente de la Universidad de Buenos Aires: “Dentro de los factores externos que contribuyen a que una persona aparente una edad superior a la que tiene, están la exposición solar, el tabaquismo y el consumo de alcohol”. “El consumo de tabaco produce alteraciones en la piel tales como arrugas prematuras, deshidratación, manchas amarillentas en los dedos, olor corporal a tabaco, dificultad de cicatrización, alteraciones en la estética bucal y cáncer”, precisa el doctor Glorio. 
Leer más
Fuente:

No hay comentarios: