Acaba
de publicarse un Informe de la Sociedad Española
de Salud Pública y Administración Sanitaria (SESPAS) sobre los problemas
que el tratado Transatlantic Trade and Investment Parthnership (TTIP)
acarreará para la salud pública, la soberanía nacional y la democracia.
En
su primer capítulo, se señala como los riesgos se proyectan sobre:
(1) el acceso
a los medicamentos y
(2)
la capacidad regulatoria gubernamental de productos como el tabaco, los alimentos procesados y
el alcohol
En
relación con los medicamentos, el Tratado quiere imponer a los Estados la agenda de la
industria farmacéutica:
(1) extensión del plazo de las patentes para compensar
demoras: en el inicio del estudio de la
solicitud de la patente; en el proceso de otorgamiento una vez iniciado; en el
proceso de aprobación de comercialización
(2) ampliación de los sistemas de exclusividad de datos, cuyo objetivo es evitar que las autoridades
regulatorias usen datos ya existentes, sobre eficacia y seguridad para
registrar medicamentos genéricos
(3) ampliar la cobertura de los derechos de propiedad
intelectual: a las nuevas formas y usos de los
medicamentos, aunque no haya un incremento de su eficacia
(4) creación de mecanismos que faciliten la participación de
grupos de pacientes (muchos controlados por la
industria) durante los procesos de autorización de los medicamentos
(5) la creación de comités de consulta y revisión de los procesos de autorización de los medicamentos, que
pueden convertirse en herramientas de presión por parte de la industria
(6) autorización
de la publicidad directa al consumidor
El
conjunto de medidas, en relación con los medicamentos, que pretende imponer el
TTPI:
- "prolongarían el monopolio del
mercado,
por parte de las marcas originales, retrasando la entrada de versiones
genéricas y limitando así el acceso de la población a los medicamentos"
- conseguirían
"incrementar el poder de injerencia de la industria farmacéutica en
todo el proceso de autorización de los medicamentos, directamente y a través de grupos
de presión bajo su tutela"
En
relación con las políticas
de regulación del tabaco, el alcohol y los productos alimetarios, el TTIP pretende que:
(1) los acuerdos los derechos de propiedad intelectual se
asocien tanto a la marca como al diseño del empaque de sus productos, como mecanismo para anular las medidas para el
empaquetado y etiquetado establecidas por el Convenio Marco de la OMS para el
Control del Tabaco de 2005.
(2) se garantice la participación de la industria en los
procesos de diálogo y toma de decisiones reglamentarias,
ampliando sus recursos para impugnar decisiones que impacten negativamente
en sus intereses comerciales
(3)
se incremente la Inversión
Extranjera Directa (IED)
y consolidar su poder a lo largo de toda la cadena:
"Estos
procesos de consolidación han permitido a la industria alcanzar economías de
escala que han favorecido la reducción de precios y aumentado la disponibilidad
de alimentos altamente procesados. Evidencia de esto es la asociación observada
entre los aumentos de IED y de consumo de dichos alimentos, caracterizados por
ser pobres en nutrientes y con alto contenido de grasas, azúcares y sal."
En
el segundo capítulo se critican aspectos relacionados
con el proceso negociador:
(1) inclusión
de disposiciones sobre protección de
las inversiones
(2) mecanismos de resolución de diferencias entre inversores
y Estados
De
facto, "los tratados permitirían al inversor enfrentarse directamente,
no sólo frente a un Estado, sino frente a la propia Unión Europea"
mediante "tribunales de arbitraje privados".
Con
su suscripción:
(1)
"se ampliará enormemente el alcance del
arbitraje de inversión, exponiendo a los Estados miembros
a riesgos de responsabilidad sin precedentes e impredecibles"
(2)
"se hurta a la jurisdicción ordinaria
del Estado la posibilidad de conocer el
asunto" sustituyéndolo por
(3)
una "absoluta falta de transparencia"
(4)
se consolida una "sobreprotección
para el inversor extranjero en la medida en que sólo las grandes multinacionales
extranjeras están en condiciones de poder recurrir a ellos. Sólo ellos tienen
el derecho a eludir el sistema judicial del Estado"
(5)
se produce "cierta
pérdida de la soberanía estatal a favor del interés estrictamente económico del
inversor en ámbitos que además son de especial sensibilidad"
El
objetivo final de dicho TTIP consiste en:
(1) aumentar el comercio y la inversión
(2) fortalecer las relaciones económicas entre la Unión
Europea y Estados Unidos.
El
TTIP integraría a algo más de 820 millones de personas, a la mitad de la
producción mundial y a casi un tercio del comercio de bienes y servicios en
todo el mundo.
Se
preveen efectos económicos positivos pero existe incertidumbre sobre
(1) la existencia final de beneficios y, de existir, (2) su distribución
equitativa
(1) Efectos positivos potenciales: crecimiento adicional del 0,34 (nivel mínimo) 0,49% (techo
máximo) del PIB en Estados Unidos y en la Unión Europe (por el aumento de las
exportaciones totales en un 7,6% y en un 5,9% respectivamente)
(2) Efectos negativos potenciales: pero el TTIP
podría causar efectos negativos en diversos sectores del mercado interior europeo debido
a:
- la apertura a nuevas importaciones competitivas en precios
- por la penetración de nuevas
inversiones originarias
de Estados Unidos
- pérdidas
de empleo (al menos 1.3 millones de trabajadores europeos y 715.000
estadounidenses perderían su empleo en el escenario más ambicioso del TTIP)*
- significativa devaluación de los salarios de millones de
trabajadores*
- la puesta en marcha del tratado multilateral llamado
NAFTA entre EEUU, Canadá y México provocó un enorme incremento de las
desigualdades sociales, pasando el nivel de pobreza extrema de México de un 16%
a un 28% (hoy la pobreza es del 52%)*
- 5 millones de campesinos tuvieron que abandonar sus
tierras, contribuyendo a incrementar el elevado desempleo urbano y deteriorando
el mercado de trabajo*
La validez de estos análisis
prospectivos de impacto económico positivo para el crecimiento por parte de
este TTIP (que en muchos casos comprenden simulaciones hasta el 2027) depende
en gran medida del resultado final de las
negociaciones
El verdadero objetivo del TTIP es de tipo geopolítico: frenar las alternativas a la hegemonía económica
norteamericana y europea en el comercio mundial, y devolver a los EEUU y la UE
al liderazgo en la fijación de las reglas de juego de la economía
internacional, del que han gozado desde el final de la Segunda Guerra Mundial
El
TTIP elevaría de forma efectiva al capital transnacional a la condición de
estado-nación encubierto y establecería la preeminencia de los derechos de
las corporaciones transnacionales sobre los humanos.
Si este
rumbo no cambia, el futuro democrático, social y ecológico de una gran parte de
la humanidad estará seriamente comprometido.
En
el quinto capítulo los autores señalan el peligro de que el TTIP, como
otros acuerdos comerciales similares, represente un hito en el modo de entender
la organización político-jurídica, legitimando a través del Derecho la
transformación de un sistema cimentado en la democracia y en una concepción del
poder público al servicio del interés general o ciudadano, en un sistema
en el que los representantes de los mercados tienen un rol privilegiado en las
más importantes sedes de decisión.
El TTPI puede ser muy malo para la salud y para la
democracia
**
El Tratado Transatlántico de
Comercio e Inversión (TTIP) es un tratado de libre comercio que se está
negociando entre Estados Unidos y la Unión Europea desde 2013. Si no has oído
nada sobre él es porque las autoridades negociadoras de las dos regiones lo han
mantenido en secreto durante las diferentes rondas de negociación. Gracias a
una serie de filtraciones hemos conocido una pequeña parte de los peligros que
para la democracia y los derechos sociales supondrá su aprobación.
En este Papel, Arturo
Landeros, miembro del
colectivo Educación para la Acción Crítica (EdPAC), nos acerca a las
posibles consecuencias de la firma de este tratado.
RECHACEMOS EL MERCADEO DE LA SALUD
“OTRA SANIDAD ES POSIBLE”
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