Serreta fue entubado en el césped y después
trasladado al hospital Arnau de Vilanova. Según informó el club, su estado a
última hora de la noche era estable.
La
sesión de entrenamiento del Valencia tuvo un final inesperado y amargo. Un
utillero del equipo, Vicente Navarro, conocido como Serreta, sufrió en mitad de
la sesión un ictus ante la consternación y rostros de preocupación de los
jugadores, que fueron los que a gritos pararon el partidillo para avisar a Nuno
y al doctor Albors. Serreta cayó desplomado tras una de las porterías y el
guardameta Jaume y los defensas Orbán y Otamendi, así como las decenas de
aficionados que en esa zona presenciaban el entrenamiento, fueron los primeros
en darse cuenta de su caída y de las convulsiones que padecía.
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