Un equipo de la ULE halla las
diferencias de neuroinflamación en distintas edades.
Investigadores de la
Universidad de León han encontrado las diferencias de respuesta del sistema
circulatorio ante un ictus entre diferentes regiones del cerebro en modelos
animales jóvenes y viejo. El estudio sobre el ictus, publicado en la revista Age, muestra que la neuroinflamación que
ocurre tras el derrame presenta un ritmo distinto en animales jóvenes y viejos.
«Estas diferencias se correlacionan con la distinta resistencia que estas
regiones presentan tras la falta de oxígeno y glucosa que aporta la sangre»,
explica el director del grupo investigador de Neurobiología, Arsenio Fernández
López.
La investigación, que
se ha realizado íntegramente en la Universidad de León por el grupo de
Neurobiología en colaboración con los doctores José Manuel Gonzalo y Marta
Regueiro, del grupo de Veterinaria, se diferencia de los realizados hasta ahora
sobre el ictus, en que la mayor parte de los estudios se realizan en modelos
animales jóvenes, básicamente por su menor coste y también porque muchos
modelos animales no pueden ser desarrollados en animales viejos. «El problema
es que la mayor parte de los ictus ocurren en edades avanzadas y los modelos en
jóvenes son menos precisos». Basándose en modelos de animales jóvenes, la
literatura científica señala zonas del cerebro con distinta mortalidad neuronal
tras la falta de riego sanguíneo. «Nuestros datos demuestran que estas
diferencias en mortalidad celular son modificadas por la edad». Otro ejemplo es
la mortalidad neuronal retrasada. «Después de un ictus, la muerte neuronal
puede continuar durante tiempos muy largos. En este trabajo también demostramos
que la velocidad a la que ocurre la muerte neuronal retrasada es diferente en
jóvenes y viejos», explica Arsenio Fernández.