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lunes, 23 de octubre de 2017

DESATENCIÓN DE LOS AFECTADOS DE ICTUS (1)

ATENCIÓN EN ACCIDENTE ISQUÉMICO

EL ABORDAJE DEL ICTUS SE OLVIDA DEL PACIENTE DESPUÉS DEL ALTA

La rehabilitación tras un accidente isquémico no está asegurada dentro de la sanidad pública. Una de cada dos personas que sufre un episodio vascular termina falleciendo o inválida. 
Soledad Valle. Madrid   |  23/10/2017 00:00

Para empezar por el final: "Los pacientes con alta hospitalaria tras sufrir un ictus tienen que ser rehabilitados de manera precoz, urgente, para devolver la mayor plasticidad al sistema nervioso y celular. En los primeros tres meses, eso ya se ha cicatrizado". Exuperio Díez Tejedor, jefe de Neurología del Hospital Universitario de La Paz, de Madrid, e impulsor de la red de ictus en la comunidad, pone así el acento en la parte más débil de la atención sanitaria pública al paciente que ha sufrido un accidente vascular.
Juan Francisco Arenillas, neurólogo
Juan Francisco Arenillas, jefe del Servicio de Neurología del Hospital Clínico Universitario de Valladolid y director del Programa de Ictus de Castilla y León, corrobora esa zona oscura de la sanidad pública: "Una vez que le damos el alta al paciente, tiene que buscarse la vida. No hay ningún proceso que dé celeridad a esa rehabilitación, nada establecido, ni estandarizado. Cada uno hace lo que puede o va entendiendo. La sanidad pública debería garantizar una rehabilitación de por lo menos los primeros tres meses tras el alta".
La falta de esa atención aboca al enfermo a la sanidad privada donde hay muy buenos medios, como constata Julio Agredano, presidente de la asociación Freno al Ictus, que colabora con la Sociedad Española de Neurología (SEN) para sensibilizar a la población sobre este problema.
Agredano sufrió un ictus en 2011, con 39 años. No fue atendido con la celeridad necesaria porque no logró identificar lo que le estaba ocurriendo y se puso a dormir. Terminó ingresando en el Hospital de Cabueñes de Gijón. Allí recibió el alta y regresó a Madrid donde empezó la rehabilitación en una clínica privada, para recuperarse de las secuelas físicas que le quedaron. Asistió cinco días a la semana, cuatro horas al día, durante un año. Afirma contundente que "la rehabilitación óptima tras un daño cerebral depende de la capacidad adquisitiva del paciente. Un tratamiento como el que recibí cuesta entre 20.000 y 30.000 euros"; y advierte que "los seguros privados de salud suelen excluir la rehabilitación tras un ictus o daño cerebral. Tenía un contrato de alta dirección con una póliza sanitaria que no me pagó el tratamiento, porque no lo incluía".
Hoy Agredano no tiene secuelas. "No recibo ninguna pensión de la Seguridad Social, no tengo ninguna incapacidad laboral. Así que con mi inversión he ahorrado dinero al sistema. Mi caso es excepcional", afirma.
Ahorro e inversión


Una vez que le damos el alta al paciente, tiene que buscarse la vida, dice Juan Francisco Arenillas

Fuente:http://www.diariomedico.com/2017/10/23/area-profesional/gestion/el-abordaje-del-ictus-se-olvida-del-paciente-despues-del-alta

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