La mujer del enfermo lamenta que la
conselleria sólo paga un año la recuperación y que la suspende cuando su marido
aún estaba mejorando
Pino Alberola 14.10.2017 | 01:47
Santacreu sostiene una de sus
reclamaciones. alex domínguez
Con apenas 48 años, al marido de María Teresa Santacreu le dio un
ictus severo que le dejó al borde de la muerte. Contra todo pronóstico logró
salir adelante, quedando en un principio en un estado casi vegetal. Sin
embargo, un año y medio después es capaz de caminar con bastón, repetir algunas
palabras y vestirse solo. Esta recuperación, según lamenta Santacreu, podría verse interrumpida,
ya que Sanidad sólo paga los tratamientos de rehabilitación durante un año. En
estos momentos la familia está costeando el tratamiento en una clínica privada,
«pero cuesta 700 euros a la semana, a lo que hay que sumar a una persona que
recoja a mi marido y le lleve todos los días, porque yo trabajo y no puedo». Un
coste inasumible para el bolsillo de Santacreu.
Tras el ictus, del que fue tratado en el Hospital General de Alicante, su marido ingresó en la Unidad de Daño Cerebral del Hospital de San Vicente, donde permaneció cuatro meses. «La evolución en este tiempo fue increíble y sorprendió incluso a los médicos, que no daban un duro por él», narra María Teresa. Tras el alta en San Vicente, Sanidad le derivó a Casaverde, un centro privado que tiene plazas subvencionadas con la conselleria para rehabilitar a pacientes con daño cerebral. «Allí permaneció seis meses y siguió mejorando. Entre semana estaba en el centro y los fines de semana lo llevábamos a casa». Entonces llegó la pesadilla para esta familia. Apenas 10 meses después de darle el ictus, Sanidad comunicó a María Teresa Santacreu que ya se termina la rehabilitación y que su marido debe dejar el centro. «Peleando mucho conseguí tres meses más en otro centro subvencionado por Sanidad que también ofrece una terapia específica para estos pacientes», cuenta la mujer.
Pero pasados estos meses, el marido de Santacreu vuelve a quedarse sin la subvención de la conselleria para un tratamiento de rehabilitación. «Después de quejarme mucho, lo único que me conceden es un logopeda, algo totalmente insuficiente, ya que estos pacientes necesitan una terapia multidisciplinar, que incluya, además de logopedia, terapia ocupacional, fisioterapia y neuropsicología».
El caso ha sido valorado por un comité médico en el Hospital General de Alicante, «pero me han dicho que no hay más que hacer, que la conselleria sólo subvenciona un año este tipo de terapias». Santacreu lamenta que su marido se queda sin asistencia, cuando apenas tiene 50 años, «y pese a los informes emitidos por el último centro en el que estuvo, en los que se refleja una leve mejoría en muchos aspectos».
Tratamientos
Es incongruente, añade, «que una persona que padece cualquier otra enfermedad, como un cáncer o una hepatitis, tenga a su alcance todos los tratamientos que necesita hasta que se cura o fallece. Sin embargo, una persona que ha sufrido un ictus se queda a mitad simplemente porque este tipo de tratamientos no están incluidos en la cartera de la Seguridad Social». Para María Teresa Santacreu, a su marido «le están negando la oportunidad de llevar una vida digna». Por su parte, la responsable del servicio de Neurología del Hospital General de Alicante, Carmina Díaz, señala que tras un ictus, «la mayor parte de la recuperación, hasta un 60%, se logra en los tres primeros meses». A los 6 meses «se llega al 80% de la rehabilitación posible» y al año «se alcanza prácticamente el 100%». A partir de ese momento, «los estudios internacionales demuestran que no se van a obtener mayores beneficios de una terapia de rehabilitación». FUENTE: http://www.diarioinformacion.com/alicante/2017/10/13/familia-paciente-ictus-lucha-sanidad/1945756.html
* POR SU INTERÉS REPRODUCÍMOS INTEGRAMENTE LA INFORMACIÓN.
Tras el ictus, del que fue tratado en el Hospital General de Alicante, su marido ingresó en la Unidad de Daño Cerebral del Hospital de San Vicente, donde permaneció cuatro meses. «La evolución en este tiempo fue increíble y sorprendió incluso a los médicos, que no daban un duro por él», narra María Teresa. Tras el alta en San Vicente, Sanidad le derivó a Casaverde, un centro privado que tiene plazas subvencionadas con la conselleria para rehabilitar a pacientes con daño cerebral. «Allí permaneció seis meses y siguió mejorando. Entre semana estaba en el centro y los fines de semana lo llevábamos a casa». Entonces llegó la pesadilla para esta familia. Apenas 10 meses después de darle el ictus, Sanidad comunicó a María Teresa Santacreu que ya se termina la rehabilitación y que su marido debe dejar el centro. «Peleando mucho conseguí tres meses más en otro centro subvencionado por Sanidad que también ofrece una terapia específica para estos pacientes», cuenta la mujer.
Pero pasados estos meses, el marido de Santacreu vuelve a quedarse sin la subvención de la conselleria para un tratamiento de rehabilitación. «Después de quejarme mucho, lo único que me conceden es un logopeda, algo totalmente insuficiente, ya que estos pacientes necesitan una terapia multidisciplinar, que incluya, además de logopedia, terapia ocupacional, fisioterapia y neuropsicología».
El caso ha sido valorado por un comité médico en el Hospital General de Alicante, «pero me han dicho que no hay más que hacer, que la conselleria sólo subvenciona un año este tipo de terapias». Santacreu lamenta que su marido se queda sin asistencia, cuando apenas tiene 50 años, «y pese a los informes emitidos por el último centro en el que estuvo, en los que se refleja una leve mejoría en muchos aspectos».
Tratamientos
Es incongruente, añade, «que una persona que padece cualquier otra enfermedad, como un cáncer o una hepatitis, tenga a su alcance todos los tratamientos que necesita hasta que se cura o fallece. Sin embargo, una persona que ha sufrido un ictus se queda a mitad simplemente porque este tipo de tratamientos no están incluidos en la cartera de la Seguridad Social». Para María Teresa Santacreu, a su marido «le están negando la oportunidad de llevar una vida digna». Por su parte, la responsable del servicio de Neurología del Hospital General de Alicante, Carmina Díaz, señala que tras un ictus, «la mayor parte de la recuperación, hasta un 60%, se logra en los tres primeros meses». A los 6 meses «se llega al 80% de la rehabilitación posible» y al año «se alcanza prácticamente el 100%». A partir de ese momento, «los estudios internacionales demuestran que no se van a obtener mayores beneficios de una terapia de rehabilitación». FUENTE: http://www.diarioinformacion.com/alicante/2017/10/13/familia-paciente-ictus-lucha-sanidad/1945756.html
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